Para mí el merengue es una receta "anti desperdicio", ideal para desayunos, esas tardes de té o para acompañar nuestro café. Por ello, si tienen claras de huevos que, les hayan sobrado de una receta, pueden aprovecharlas y obtener este resultado tan fabuloso.
Un merengue estable, brillante, sin alterarse, no es tan difícil de hacer como no los han pintado, puesto que las únicas cosas que, a bote pronto, no salen bien... son todas aquellas que no se intentan. De esta manera, les animo a realizar merengues, horneados, no el merengue francés, es decir, el que es en crudo, simplemente montando las claras de huevo a punto de nieve y, añadiendo el azúcar, puesto que esta variedad debe consumirse al momento, ya que es huevo completamente crudo. Asimismo, el merengue suizo, al baño maría en torno a 60 grados, tiene su grado de dificultad... debido a que, se debe montar el azúcar en las claras, disolviéndolas, mediante el método anteriormente señalado y, su resultado, a título personal... dista del que presenta, por contra, por ejemplo el merengue italiano, más laborioso que las dos variedades anteriormente expuestas.
En esta receta te enseño, de forma detallada, cómo hacer merengue casero horneado. Hecho a base de claras de huevo y azúcar, el popular merenguito casero, sin que se nos desarme. Incluso pueden hacerlos de colores y sabores.
Para preparar los merengues:
8 claras de huevo.
1 kilo de azúcar.
Aroma de fresa, cantidad suficiente.
Ralladura de 1 limón.
Colorante alimenticio rosa (opcional).
Sprinkles de colores (opcional).
Preparación de los merengues:
Procedemos a batir las claras y, vamos incorporando el azúcar, a punto de nieve. Al final, integramos la ralladura de limón, los colorantes alimenticios, etc. Batimos, nuevamente.
El ritmo del batido debe ser continuo y con movimientos envolventes. De este modo, garantizamos que entre aire en la crema y adquiera, en consecuencia, volumen y una consistencia adecuada.
La crema del merengue estará lista cuando no se caiga, cuando tornemos nuestro bol y no se desprenda fácilmente.
Sobre papel de horno, comenzamos a darle la forma, podemos ayudarnos de una cuchara o de los utensilios habilitados para tal efecto en pastelería.
Horneamos a 170 grados, más o menos, 20 minutos.
Una vez terminado el tiempo de horneado, hay que dejar que se enfríen lentamente, de esta manera evitamos que se craquelen.
Espero que les haya gustado esta receta. La imagen que, ilustra la misma, corresponde a la preparación que he elaborado. ¡Buen apetito!.
Compartir Publicación
Etiquetas:
recetas
Entrada más reciente
Entrada antigua
También te puede interesar
0
comentarios
Nuevas publicaciones
Anteriores publicaciones
Translate
SOBRE MÍ
JAFET BARRETOPadre, esposo, hijo.
Apasionado por la cocina, escritor de 3 libros. Actualmente estudiando Criminología. Vinculado al mundo jurídico y con experiencia profesional en los medios de comunicación. Agente de Seguridad Privada y apasionado por la fotografía.
0 comentarios